viernes, 30 de enero de 2009

Crear y administrar usuarios en Ubuntu

¿Compartes tu ordenador con alguien? ¿Te gustaría que nadie pudiera firgonear en tus cosas cuando tú no estás en tu ordenador? ¿Quieres tener un fondo de pantalla distinto a los demás? Ubuntu puede manejar infinitas cuentas de usuario, cada una con una configuración, con un diseño y con unos ficheros distintos. Vamos a ver cómo crear más cuentas de usuario.



Usuarios


Menú "Sistema" -> "Administración" -> "Usuarios y grupos".



Como usuario de escritorio que eres, Ubuntu solo te dejará ver la información a modo de consulta, pero no editarla. Para poder administrar las cuentas de usuario deberás hacer clic sobre el botón "Desbloquear" e introducir la contraseña.



Ahora los botones ya están activos. Como ves solo hay dos usuarios: tú y root. ¿Quién diablos es root? root es lo que se llama un "superusuario", y realmente es así, porque dentro del sistema root es como un superhéroe: puede hacerlo todo; y eso incluye también lo malo, como borrar ficheros de sistema y estropear el ordenador.

Por defecto este usuario no está habilitado. Lo que se hace es otorgarle a tu usuario administrador permisos de superusuario temporalmente para llevar a cabo tareas de administración, como la que estamos desarrollando ahora (por eso has tenido que desbloquearlo con la contraseña). Pasado un rato tu usuario deja de ser un superhéroe y vuelve a ser normal. Créeme, es mejor así.



Bien, a lo que vamos. Dale a "Añadir usuario" para crear un nuevo usuario. La información básica que deberás darle a Ubuntu es:

  • Nombre de usuario. Este es el nombre que usará esa persona para ingresar en el sistema.

  • Perfil. Esto definirá que puede hacer y qué no puede hacer el usuario. Hay tres perfiles predefinidos, pero luego veremos que esto se puede personalizar más en la pestaña "Privilegios del usuario". Los perfiles por defecto son:

    • Usuario del escritorio. Podrá abrir programas, navegar, tener sus ficheros, etc. No podrá administrar el ordenador, es decir, nada de editar usuarios, ni añadir impresoras, ni instalar programas.

    • Usuario sin privilegios. El usuario no podrá hacer nada. No se me ocurre a quién le interesará esta opción. Supongo que si quieres crear un usuario pero todavía no quieres activar su cuenta puede ser útil.

    • Administrador. Puede hacer todo lo que hace un usuario de escritorio y además puede administrar el equipo (ya sabes, tener superpoderes durante un rato). Para que lo sepas, tu usuario es uno de estos, por eso puedes crear usuarios, entre otras cosas.

  • Contraseña. Puedes establecerla a mano o hacer que Ubuntu genere una contraseña aleatoria por ti.
Lo demás es información opcional. Está bien tenerla, porque da información, pero no tendrás problemas si no la conoces.



En la pestaña "Privilegios de usuario" podremos editar lo que ese usuario podrá y no podrá hacer de forma más detallada. De esta forma los superpoderes de ese usuario estarán limitados a lo que tú decidas. Para darle permiso sobre alguna de las áreas solo tienes que marcar la casilla; para quitárselo, desmarcarla.



Por último, pestaña "Avanzado". Sinceramente, no recomiendo editar esta información a no ser que seas usuario avanzado y sepas de qué va. Si es ese caso, supongo que estás leyendo este blog por pura curiosidad ;)





Grupos

¿Qué son los grupos? ¿Para qué sirven? Un grupo es un conjunto de usuarios. Ni más ni menos. Sirven para poder dar permisos de visibilidad o de edición sobre tus ficheros de forma más sencilla, en lugar de tener que ir de uno en uno. Esto es útil cuando el ordenador está compartido por mucha gente. Por ejemplo: imagina que el ordenador está en un colegio. Se podrían crear tantos grupos como cursos hubiere, y poner a cada alumno en el grupo que le tocare. Así los profesores podrían tener directorios con los ejercicios y decidir qué cursos y cuáles no pueden acceder a esos ejercicios. Práctico, ¿no?

Para gestionar los grupos clic en "Gestionar grupos".



Como ves hay un montón de grupos ya creados. Atención: no los borres ni los modifiques, podrías hacer que algo dejase de funcionar. Lo mejor que puedes hacer es ignorarlos y crear tus propios grupos. Dale a "Añadir grupo". Solo tienes que darle un nombre y elegir los usuarios de tu ordenador que formarán parte de él (el ID es irrelevante, si no sabes de qué va, mejor deja el que te sugiere). Ya está, aceptas y ya tienes un grupo con unos cuantos usuarios.


Permisos

Vale, ya tenemos nuestros usuarios y nuestros grupos. Ahora, ¿cómo hacemos para establecer los permisos de los directorios? Pues como todo en Ubuntu: de forma muy fácil. Ve a un directorio cualquiera y haz clic derecho sobre él. Ve a "Propiedades". Una vez allí, dale a la pestaña "Permisos".



Si tú eres el dueño podrás modificar lo demás. Como ves se divide en tres apartados:

  • Propietario. Estos son los permisos que tú como propietario tienes sobre el directorio. Por defecto puedes crear y borrar ficheros, que es lo que se dice "acceso total", por algo es tuyo, ¿no? Esto puede parecer una chorrada, pero no lo es. Imagina que tienes un directorio con las fotos de tu boda y que no quieres que haya ningún accidente y las borres por error. Puedes editar tus propios permisos y poner "Acceder a archivos". Eso te permitirá verlas pero no borrarlas. ¡Se acabaron los accidentes!

  • Grupo. Podemos definir si los miembros de un grupo pueden ver, editar o borrar nuestros ficheros. En el ejemplo anterior, el profesor elegiría aquí el grupo del curso al que fuesen dirigidos los ejercicios.

  • Otros. Se entiende por "otros" a cualquier otra persona que no seas tú ni nadie de tu grupo, es decir: cualquiera. Por defecto el acceso es "Ninguno". Esto protegerá el directorio contra chafarderos que no conozcas y que estén fisgoneando.
Una vez hayas establecido el acceso que deseas para el directorio haz clic en "Aplicar permisos a los archivos contenidos" para que esos cambios se extiendan a todos los ficheros que hay dentro de él también (no entiendo por qué esto no se hace automáticamente, la verdad).


Ya estamos por hoy, y no nos podemos quejar. Te dejo que digieras todo esto, ¡yo me voy a tomar algo!